LA IMPROVISACIÓN TEATRAL
La improvisación teatral es una de las técnicas teatrales más difíciles, ya que es una técnica escénica que permite contar historias que se generan y desarrollan en el momento mismo de actuarlas.
La aplicación del método a la empresa permite desarrollar las habilidades sociales y personales que se requieren en procesos como la negociación, la venta o la dirección de personas, donde la componente interpersonal juega un papel muy importante.
El improvisador es al mismo tiempo dramaturgo, director y actor de la obra en el preciso momento en el que se va representando.
Lo que el público ve, está siendo creado en ese mismo momento. Las historias surgen encima del escenario y ni el público ni los actores saben lo que sucederá a continuación. Los personajes se sumergen en la historia y disponen de libertad plena para intervenir en la escena, construyendo la historia a medida que avanza y decidiendo en tiempo real, el curso de los acontecimientos. Por tanto el trabajo en equipo, la cooperación y la escucha activa son fundamentales, ya que la técnica se basa en 'aceptar' las propuestas de sus compañeros y 'sumar', es decir, construir sobre ellas.
No obstante, hay mucho trabajo detrás de un espectáculo improvisado. Los actores se encuentran en un estado permanente de escucha activa. Son conscientes de todo lo que rodea a la escena en cada momento: la creación del conflicto, el ritmo de los acontecimientos, las propuestas de los compañeros, la consistencia del hilo argumental, etc.
En suma, La Técnica de Improvisación Teatral se basa en el manejo de un conjunto de Habilidades Sociales y Personales. Entre otras podemos citar: la empatía, la capacidad de escucha, el pensamiento creativo, la espontaneidad, la adaptación a las circunstancias, el trabajo en equipo y la toma de decisiones.
El Método IMPRO y la formación a empresas
Existe un paralelismo entre el teatro y cualquier acto de comunicación. Un acto de comunicación es una "escena", se desarrolla en un "escenario", donde varios interlocutores se comunican -"los actores"- y puede haber gente escuchando -"el público"-. En ocasiones habrá un mensaje preestablecido -"el texto"- y en otras se tratará de una improvisación.
Las técnicas teatrales permiten a los no actores trabajar el lenguaje verbal y gestual, escuchar al otro, incluso intuir sus deseos y adaptar su mensaje en consecuencia para empatizar, y desarrollar la imaginación. Y así ayudarles a desarrollar sus capacidades comunicativas desde la emoción.
En la empresa se puede ayudar a mejorar técnicas de venta y comunicación, capacitar nuevos directivos a dirigir equipos, potenciar la creatividad de sus dirigentes y desarrollar el trabajo en equipo.
"La improvisación es la piedra de toque del ingenio".
JEAN BATISTE POQUELIN, MOLIÈRE.